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¿Qué es cáncer colorrectal (CCR)?
El colon y el recto componen el intestino grueso, que es la parte final del aparato digestivo. El cáncer colorrectal es un cáncer que se desarrolla en el colon o el recto. Los médicos también pueden llamar al cáncer colorrectal «cáncer de intestino grueso», «cáncer de colon» o «cáncer de recto», dependiendo del lugar donde el cáncer se inició.

El cáncer colorrectal empieza cuando las células de la mucosa del intestino grueso y el colon crecen demasiado deprisa y el organismo no puede controlar su crecimiento.  Esto sucede porque se desarrollan  alteraciones en los genes, el compuesto químico del interior de las células que les indica cómo comportarse.  Si las células defectuosas siguen creciendo, puede formarse un bulto de células cancerígenas denominado tumor. 

Nueve de cada 10 casos de cáncer colorrectal empiezan en la mucosa del intestino grueso y el colon, donde hay células especiales que producen una sustancia resbaladiza denominada mucosidad, que facilita el desplazamiento de las heces por el aparato digestivo. Estos cánceres colorrectales se denominan «adenocarcinomas», lo que significa que es un cáncer que se inicia en células del organismo que producen fluidos. 

Otros tipos de cáncer colorrectal, que no son muy frecuentes, son los «sarcomas» y los «linfomas». Estos tipos raros de cáncer colorrectal se tratan de un modo distinto a los adenocarcinomas.

¿Cuáles son los factores de riesgo del cáncer colorrectal?
No se entiende por completo lo que produce el cáncer colorrectal, pero existen algunos factores, denominados «factores de riesgo», que pueden aumentar las probabilidades de que una persona presente la enfermedad. Algunos factores de riesgo son:

  • El consumo de carne procesada: esto causa más de 1 de cada 10 casos de cáncer colorrectal en el Reino Unido.
  • El tabaco.
  • El consumo de alcohol.
  • El sobrepeso: esto causa 1 de cada 10 casos de cáncer colorrectal.

¿Cuáles son los síntomas del cáncer colorrectal?
Los síntomas del cáncer colorrectal pueden variar de una persona a otra, pero algunos de los principales síntomas son:

  • Sangre en la  materia fecal.
  • Cambios en los hábitos de defecación de la persona (por ejemplo, diarrea o estreñimiento).
  • Dolor o calambres en la barriga.
  • Pérdida de peso.

¿Cómo se diagnostica el cáncer colorrectal?
Si una persona presenta síntomas de cáncer colorrectal, el médico solicitará que se le haga una exploración física breve en la que se examinará el ano y parte del intestino grueso utilizando un colonoscopio  (tubo largo, delgado y flexible acoplado a una cámara muy pequeña y ligera). Este procedimiento se denomina «colonoscopia». La cámara envía imágenes a una pantalla y se puede utilizar para tomar muestras pequeñas de tejido para análisis posteriores («biopsia»).

Un número limitado de casos de cáncer solo se pueden diagnosticar después de realizar más pruebas. Para examinar una parte más extensa del intestino se utilizará un tubo más largo en una prueba denominada «colonoscopia». Si el tubo de colonoscopia no se pudiera pasar por todo el intestino, puede que sea necesario hacer un escáner del intestino y del recto para crear imágenes en 3D mediante «colonografía por TAC».

¿Cuáles son los estadios del cáncer colorrectal?
Si se diagnostica cáncer colorrectal, normalmente se realizarán más pruebas para comprobar si solo los intestinos están afectados, o si el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo. Una vez se han realizado las pruebas, el cáncer colorrectal normalmente se «clasifica» en estadios dependiendo de diversos factores, como, por ejemplo, si el cáncer se ha diseminado a ganglios linfáticos cercanos o a otras partes del cuerpo. 

Un tumor limitado al intestino se puede denominar «en estadio inicial» y a menudo se extirpa mediante intervención quirúrgica. Si el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo (por ejemplo, el hígado o los huesos), se denomina «en estadio avanzado». El cáncer colorrectal se suele diseminar al hígado, pero a veces se puede diseminar a otros órganos, como los pulmones o el cerebro.

Si a una persona se le diagnostica cáncer colorrectal avanzado, sus posibilidades de sobrevivir durante 5 años o más son mucho más bajas que las de una persona en estadio inicial. Aproximadamente 1 de cada 10 pacientes con cáncer colorrectal avanzado sobrevivirá durante 5 años o más, frente a aproximadamente 9 de cada 10 pacientes en estadio inicial. 

¿Cuáles son las opciones de tratamiento para el cáncer colorrectal?
Existen bastantes tratamientos para el cáncer colorrectal avanzado. La mayoría de estos tratamientos probablemente no curarán la enfermedad, pero muchos tratamientos pueden desacelerar el cáncer y prolongar la vida del paciente. El tipo de tratamiento que recibe un paciente dependerá de: 

  • El estado de salud general.
  • El grado de diseminación del cáncer en el cuerpo.
  • Los tratamientos que ya se han administrado.

Intervención quirúrgica 
Los pacientes con cáncer colorrectal pueden someterse a una intervención quirúrgica, pero esto solo se hace cuando el cáncer no se ha diseminado en absoluto o cuando solo se ha diseminado de manera muy limitada en el organismo. La intervención quirúrgica a veces se realiza después del tratamiento con quimioterapia, lo que puede contribuir a reducir el tamaño del tumor y a desacelerar la enfermedad.

Quimioterapia 
A los pacientes con cáncer colorrectal avanzado normalmente se les administrará quimioterapia para tratar de mantener el cáncer bajo control. Existen muchos fármacos distintos para quimioterapia que se pueden utilizar para tratar el cáncer colorrectal avanzado, y todos funcionan erradicando las células que crecen muy deprisa, como las células cancerígenas. Algunos ejemplos son la capecitabina (comprimidos) o mezclas de fármacos conocidos por nombres abreviados, como FOLFOX y FOLFIRI (administrados por vía intravenosa).

Tratamientos selectivos 
Los «tratamientos selectivos» son fármacos que desaceleran el cáncer actuando sobre el modo en que las células cancerígenas crecen. Existen dos tipos principales de tratamientos selectivos para el cáncer colorrectal, y estos se utilizan junto con la quimioterapia para hacerlos más eficaces. 

Inhibidores del VEGF

En los cánceres colorrectales, a menudo se produce una mayor cantidad de un «mensajero celular», denominado VEGF, una sustancia química que hace que crezcan nuevos vasos sanguíneos y promueve el crecimiento del tumor. Algunos tratamientos selectivos, denominados «inhibidores del VEGF», pueden hacer que el VEGF deje de funcionar y contribuir a que el tumor deje de recibir nutrientes. Los inhibidores del VEGF utilizados en el tratamiento del cáncer colorrectal son aflibercept, bevacizumab y ramucirumab.

Inhibidores del EGFR

Algunas células de cáncer colorrectal presentan en su superficie exterior una elevada cantidad de una molécula denominada «EGFR», lo que puede hacer que las células cancerígenas crezcan rápidamente. Bloquear esta molécula con fármacos denominados «inhibidores del EGFR» puede desacelerar el crecimiento del tumor. El médico primeramente realizaría una prueba genética para averiguar si los inhibidores del EGFR podrían funcionar, ya que este tratamiento no es adecuado para todos los pacientes.

Inhibidores de la tirosina cinasa

Otro tipo de tratamientos selectivos para el cáncer colorrectal son fármacos denominados «TKI» (por sus siglas en inglés). Estos son fármacos que suprimen las instrucciones que indican a las células que continúen creciendo cuando no deberían. En la actualidad solo existe un fármaco TKI, denominado regorafenib, para el tratamiento del cáncer colorrectal.

Inmunoterapia antineoplásica (ITA) 
La «inmunoterapia antineoplásica» (ITA) es uno de los últimos avances para el tratamiento del cáncer colorrectal. Estos fármacos ayudan al organismo a combatir el cáncer mediante su propio sistema inmunitario. En este momento, estos fármacos únicamente se recetan si ya se han intentado otros tratamientos, como la quimioterapia o los tratamientos selectivos.

Normalmente, antes de administrarla, es preciso realizar pruebas adicionales para decidir si la ITA podría funcionar en una persona: en la actualidad, solo 1 de cada 20 pacientes se podría beneficiar de la ITA. Los médicos esperan que en un futuro cercano más personas puedan beneficiarse de la ITA mediante la combinación de estos fármacos con otros fármacos anticancerígenos. Esto es lo que se conoce como «politerapia», y se están realizando estudios clínicos para comprobar si más pacientes con cáncer colorrectal avanzado podrían beneficiarse de este tipo de tratamiento. 

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