¿Qué es la degeneración macular senil (DMS)?
La «degeneración macular senil» (DMS) es un trastorno médico que produce una visión central borrosa o reducida en uno o en ambos ojos. La DMS resulta del daño ocasionado en la parte posterior del ojo en una zona denominada «mácula». La mácula se compone de millones de células sensibles a la luz, las cuales aportan una visión central (cuando se mira directamente a algo de frente) nítida y permiten distinguir los detalles.
Dependiendo del tipo de daño a la mácula, existen dos formas de DMS: la «DMS seca» y la «DMS neovascular» (también denominada «DMS húmeda»). La DMS seca es más frecuente, y la presentan aproximadamente nueve de cada diez pacientes con DMS. Algunos signos de DMS seca es la acumulación de desechos bajo la retina, y el afinamiento progresivo de las capas de la mácula a medida que las células viejas mueren y el cuerpo no las reemplaza. El daño a la mácula empeora lentamente y la visión central se pierde de manera gradual.
La DMS húmeda es menos frecuente, pero puede hacer que una persona pierda la vista mucho más deprisa, a veces en unos pocos días. La DMS húmeda se produce debido al crecimiento de nuevos vasos sanguíneos patológicos debajo de la mácula, donde normalmente no crecerían. Con frecuencia esto puede darse en pacientes que han presentado DMS seca con anterioridad, a medida que en el cuerpo crecen nuevos vasos sanguíneos para tratar de solucionar el problema en la DMS seca. Estos nuevos vasos sanguíneos patológicos pueden producir hinchazón y sangrado debajo de la mácula, lo que produce cicatrices y pérdida de visión.
¿Cuáles son los factores de riesgo para la DMS?
No se entiende por completo lo que produce la DMS, pero existen algunos factores, denominados «factores de riesgo», que pueden aumentar las probabilidades de que una persona presente la enfermedad. Estos factores no significan que con certeza una persona presentará DMS, pero podrían aumentar el riesgo de que la presentara en algún momento de su vida. Algunos factores de riesgo son:
¿Cuáles son los síntomas de la DMS?
Las personas pueden vivir con DMS seca durante mucho tiempo sin ningún síntoma, ya que los efectos en la vista solo ocurren cuando la DMS es muy grave. El principal síntoma de ambos tipos de DMS es la presencia de una zona borrosa en la visión central. La DMS no afecta a la visión de alrededor (denominada «visión periférica»), por lo que no produce una ceguera total. No obstante, la zona borrosa en la visión central del paciente puede aumentar bastante, lo que afecta a las actividades cotidianas, como ver las caras de las personas, leer y conducir.
Otros síntomas asociados a la DMS son:
¿Cómo se diagnostica la DMS?
Si una persona cree que tiene DMS, su oftalmólogo le examinará los ojos minuciosamente para realizar un diagnóstico, y a veces tomará fotografías o imágenes de la parte posterior del ojo para determinar la presencia de signos del trastorno.
Cuando a un paciente se le diagnostica DMS seca, podría ser derivado a un especialista a otro centro u hospital para recibir atención médica adicional. Las personas con DMS seca a menudo necesitan hacerse pruebas regulares para comprobar si la enfermedad está empeorando. A veces, si la DMS es grave, el paciente podría necesitar que se le registre como persona con deficiencias visuales.
Debido a que la DMS húmeda puede empeorar muy rápidamente, los pacientes diagnosticados con DMS húmeda se derivan inmediatamente al especialista de la retina para someterse a más pruebas o a tratamiento, si es necesario. Las pruebas pueden incluir un escáner en el que se examina un corte transversal de la retina («tomografía de coherencia óptica») o una prueba en la que se utiliza un tinte para teñir los vasos sanguíneos de la retina, de manera que estos se puedan examinar para determinar si hay escape de fluido («angiografía por fluorescencia»). Si la persona presenta DMS húmeda, recibirá tratamiento de inmediato.
¿Cuáles son las opciones de tratamiento para la DMS?
En la actualidad no hay tratamientos para la DMS seca. Existen indicios de que no fumar, hacer ejercicio físico con regularidad, comer alimentos nutritivos y tomar determinados suplementos pueden reducir el riesgo de desarrollar DMS, o desacelerar su evolución.
El principal tratamiento para la DMS húmeda es un tipo de fármacos denominados «inhibidores del VEGF». El VEGF, por sus siglas en inglés que significan Factor de crecimiento endotelial vascular, es una proteína que participa en la creación de nuevos vasos sanguíneos, y el tratamiento con inhibidores del VEGF detiene este proceso. En la DMS húmeda, los inhibidores del VEGF pueden interrumpir el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos, lo que frena el daño a la mácula y la pérdida de visión. Los inhibidores del VEGF utilizados para tratar la DMS húmeda se administran mediante una inyección en el ojo. En la mayoría de casos de DMS húmeda, el tratamiento con un inhibidor del VEGF impide que la visión empeore y que la persona se quede ciega. En la mayoría de los pacientes, los inhibidores del VEGF pueden mejorar la visión si la DMS se diagnostica y se trata de manera temprana. No obstante, los inhibidores del VEGF no pueden reparar el daño ya producido.
En la investigación actual sobre el DMS se están buscando tratamientos para la DMS seca y otras opciones para la DMS húmeda.